Chinches

Cemex lectularius

 Al contrario que la mayoría de las restantes chinches, la verdadera chinche de las camas no tiene alas. Cuando hace tiempo que no ha comido, su cuerpo es delgado como el papel y casi pardo rojizo.

Desde hace tiempo se sabe que las chinches de las camas provienen de Asia, pero en la actualidad se encuentran distribuidas por todo el mundo. En la antigüedad se conocían muy bien en la zona mediterránea.

Debido a que precisan de un clima cálido y seco, no se expandieron en las regiones nórdicas hasta que los edificios no empezaron a calentarse con sistemas más o menos eficaces, pero cuando esto sucedió, en seguida fueron muy abundantes. Ahora son menos comunes y podemos mantenerlas bajo control mediante los insecticidas modernos.

Las chinches de las camas sólo buscan a sus víctimas cuando están realmente hambrientas. Durante los intervalos entre las comidas emplean su tiempo en buscar escondites adecuados en las vecindades de la cama. Éstos pueden estar en las grietas de la madera, junturas de la cama, debajo del alfombrado desprendido y detrás de los cuadros y del papel de las paredes. Las chinches cuando están hambrientas, salen fuera de su refugio y empiezan a buscar. Sus sentidos no son capaces de guiarle hacia una víctima distante, pero a distancias de 5- 10 cm serán atraídas por el calor corporal de la víctima.

Las chinches de las camas pueden trepar por las paredes y también pueden andar cabeza abajo por los techos rugosos, pero caen a menudo si no son unas expertas. Ésta es la base de las historias que cuentan que las chinches de las camas, una vez que han visto que su víctima ha colocado las patas de la cama sobre platos llenos de agua, trepan por la pared y cruzan el techo dejándose caer sobre la víctima dormida. Sin embargo, la chinche de las camas no es tan astuta.

Una chinche adulta, en el transcurso de 10 minutos, puede chupar más de 7 veces su peso en sangre. Hecho esto se retira a su escondite, sujeta al sustrato. Una hembra pone un total de 200 huevos, a razón de 4 ó 5 por día, pero el número real depende sobre todo de la temperatura y de otros factores externos. No ponen en absoluto a temperaturas inferiores a 10º C.

Las crías de las chinches son parecidas a versiones en miniaturas de las adultas. Mudan 5 veces durante su desarrollo y en cada fase precisan de una nueva toma de sangre.

Las chinches de las camas se pueden controlar mediante un tratamiento completos de sus escondites con un insecticida. Algunos de los vertebrados que más o menos voluntariamente comparten con nosotros los hogares también son atacados por otras chinches que viven en las proximidades de sus nidos o de los lugares donde duermen. Estas son parecidas a las chinches de las camas. A veces van de un lado a otro y entran en las casas y en raras ocasiones pueden atacar al hombre.